Una melena blanca y la verdad detrás de un hombre

Hace 4 días que dejaste este mundo aunque la verdad ya lo llamaria infierno propiamente dicho, la historia detras de un gran hombre no puede ser mejor narrada que quien con ojos morales analiza las verdaderas situaciones que se presentan cada día mientras avanzan las agujas del reloj de esa casa abandonada, la cual un dia fue llamado hogar.

De algo si me enseñaste es que las personas de hoy en dia te tratan a como te ven, que si llegas a ser inteligente probablemente seas muy infeliz a lo largo de esto llamado vida, lo que más te hizo especial fue entregar el amor a quien nunca te correspondio, solo te utilizaron a como hacen muchos para poder sobrevivir en las sombras de muchas mentiras y engaños, traiciones que ningún libro negro tendrá la comparación alguna, los llantos de hipocresías por tu muerte solo lo llora la virgen que alguna vez lo viste cercana a la muerte , o las mismas palabras sucias que hablan la gente que decía ser tu "familia" es solo el ruido escandalosos de un grupo de chicharras en mi sala.

La gloria me he dado cuenta que no la encontrarás ayudando a las personas, porque ya una vez realizado millones de favores, entregando hasta tu propia vida como acto de amor no bastara de llenar el inmenso egoísmo que hay en la sucia humanidad, si es para ver lo que me espera el mismo destino prefiero renunciar a todo esto creado, porque sin fines, sin medios, no hay nada, solo un cadáver ya a punto de ser devorados por los gusanos de la tierra, que creo que ellos serian mas agradecidos porque les darás de alimentar .

Este escrito no se trata de hablar bien de un hombre que hizo millones de hazañas o si fue alegre , contar las aventuras , o hablar de un personaje histórico, sólo se trata de decir la verdad del hombre de melena blanca que en tu último suspiro fue regalado hasta el último humano egoísta, robando oxigeno en la tierra, quizás no era lo que él hubiese querido que escribiera, pero la verdad es lo necesario que necesita mi corazón herido ya que todas las mañanas se marchitan y agonizan con una taza de café escribiendo en mi ordenador, en un invierno que alguna vez ame, y ahora solo veo morir gente a mi alrededor.